Aprendí que los amores pueden terminar en una noche.
Que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos y que desconocidos pueden volverse grandes amigos.
Que nunca terminamos de conocer a una persona de verdad.
Que el “nunca más” nunca se cumple y que él “para siempre” siempre termina.
Que el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.
Aprendí que como Mario, con una simple sonrisa, alegras a mucha gente..
Que con cada reto te superas, como se está superando él día tras día.
Que hay que ser humilde y no creerse más de lo que es, incluso quedarse más abajo de lo que la gente piensa.
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